Dispuesta a no perdurar en el tiempo con un amor incondicional lleno de fidelidad como el de Florentino Ariza, me dispuse hoy luego de pensarlo mucho.. de poner en conocimiento sincero de Andrés mis sentimientos de abandono.
Me atormento la idea de que pasaran los años y yo siguiera viviendo de un encuentro tan casual como las cartas de aquellos inocentes enamorados del amor en tiempos de cólera.
Quizás todo el día, fue muy todo el día, las horas se fueron transformando en largos minutos del reloj que no funcionaba.
Recurrí al amor de mis pensamientos, a la soledad de la casa desordenada, a la comida típica, a la limpieza y nada pudo apartarme del pensamiento de ese mail que envíe hoy.
Nada de azar había en el, estaba dispuesta a decirle a Andrés que ya no pelearía para mantener vivo el recuerdo de two poets. No puedo aceptar la idea que el tiempo nos hará encontrar ya viejos sin ganas de viajar.
No habrá ninguna epidemia que os permita seguir viajando en las ultimas horas de nuestras vidas, sentí como el dolor de los años transcurridos para el persona del cuento comenzaran a repetirse en mi, como mi mirada de buenos aires, mis fotos tomadas y horas de insomnio estaban todas dedicadas a un recuerdo.
Supongo que debería haber leído ese libro antes, pero como siempre los libros y las historias llegan cuando el tiempo os llega, cayo voluntariamente en mis manos y una vez terminado y triste por el paso de los años para que ellos realmente se encontraran, produjo en mi gran tristeza casi inexplicable. No puedo dormir aun y las ideas me revolotean en la cabeza.
Soy una mujer capaz de dejar deslizar el mas mínimo detalle perfectamente calculado de aquello que me gustaría para mi, una carta que nunca llego, los mails escritos con premura y cargados de mi corazón, el nunca los respondió.
El viaje al mar me alejo lo suficiente de la ultima vez que escuche su vos, distante y casi con un compromiso de caballero como es el.
Esta vez a diferencia de otras, le he pedido al mar que me mostrara el camino a seguir y hoy todo volvió a ser un caos, por momento me di cuenta preocupada por los ahorros para el auto, o queriendo organizar un nuevo viaje, casi como un instante de esa locura odiosa que no me hace nada bien.
Como siempre es Andrés, que me lleva a esos lugares y o es justo que el no tenga conocimiento de tamaño amor que genero en mi. Mis ilusiones de encontrar el príncipe de mis cuentos.
Me sorprendí arreglando una cita con el pasado, con el viejo amante, con quien aprendí su gran lección, callar el amor.
Las palabras brotan como en las viejas épocas o como conejitos que no me dejan dormir.
Odio ya no poder recordarlo, ahora solo tengo el recuerdo, el se fue esfumando y yo como una tonta o me he dado cuenta.
Se alejo lo suficiente para que yo, estuviera tan ofuscada con su abandono, como una novia abandona en el altar.
Me ha dejado, en mitad de la calle desnuda con el alma al descubierto. Estoy enojada por no haberlo descubierto antes. Basto un silencio más para que de golpe la realidad golpeara toda junta, lo he perdido hace tiempo y no pude verlo.
Como fue que olvide que ya no esperaba tomar mates, contarle mis historias de mariposas y almas encontradas. Que olvide mandar una carta desde el mar, como no pude darme cuenta que ya hacia mucho tiempo que todo era en vano.
No espero una respuesta y probablemente la que espero es una que no me gustara, no habrá en el comprensión de mis sentimientos, recurrirá a las mismas palabras que repite hace tiempo, no cree en nada de todo esto,
El escribe cuando lo siente y muchas veces siente no decir nada, me habla de sus batallas entre su mente y su alma, una batalla que yo vi ganar a su alma aquella noche en cuzco.
Me creí responsable de esa derrota por mucho tiempo, atribui a cuanta cosas real podría haber sucedido aquella noche y me conforme con la idea de nuestro encuentro de almas.
Puse en duda el triunfo de su alma a tal punto que hoy después de mucho tiempo, descubrí que en aquella batalla no había lugar para héroes ni para redimir a los soldados con heridas mortales.
Que tonta fui... como tarde tanto tiempo en descubrirlo... en definitiva mi propia batalla la enfrente sola y sola quede en mitad de la noche escribiendo el mejor final para dos poetas.
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